Cuando en algún momento sientas que te estás alejando del Señor, y notas que le estás ofreciendo una adoración automática; cuando al orar, ves que lo haces por rutina o para salir del paso. Si al terminar de leer su palabra sientes un alivio por haber cumplido con ese requisito, entonces es tiempo de buscar cómo reencontrarte con Dios de todo corazón; y recuperar el tiempo perdido.
Para lograr este reencuentro con el Padre celestial, tendrás que presentarte ante Dios cual el hijo pródigo, quien se alejó de su padre, y luego volvió humillado y arrepentido, procurando encontrar protección y ayuda al estar cerca de él nuevamente.
Si tú estás en la condición que hemos descrito (de alejamiento de tu Padre Dios), debe ser tu mayor deseo el volver a tener una relación íntima con tu Creador, amándole con todo tu corazón, alma y mente, tal como lo dice su Palabra. Entonces, el Señor se dará por servido, se agradará de tu actitud, pues eso es todo lo que pide de ti. Desde que te creó, ese ha sido su mayor anhelo: Estar a tu lado hasta el fin del mundo, y más allá de la muerte; como nos enseña Mateo 28:20 y Salmos 48:14.
Si le buscas de todo corazón, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que lo vas a encontrar… “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.” (Jeremías 29:23).